Cada día vemos más mujeres lesbianas, trans y bisexuales, las cuales siempre han existido, solo que antes estaban closeteadas. “Lleve de la moda, lleve de la moda”, dicen algunos, ya que hay muchas mujeres estableciendo relaciones sentimentales con su género. “Es que nunca han sabido lo que es bueno”, dicen algunos comentarios machistas… ¿En serio?
Hoy 17 de mayo se conmemora el Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia, donde se recuerda que en 1990 la Organización Mundial de la Salud (OMS) dejó de considerar la homosexualidad una enfermedad, por esto Nosotraselblog quiere seguir abriendo mentes para reforzar la visibilidad de sus problemáticas.
Mujer y lesbiana: doble discriminación
Doble vulnerabilidad: primero por ser mujer y segundo por querer compartir su cama y espacios íntimos con otra mujer.
Sufren acoso callejero con gritos como: “Ahí viene la lela, fleta, camiona, tortillera”, las familias homoparentales aún son vistas con desconfianza: “¿Tu hija será lesbiana como tú? y aún existen escasas políticas públicas para su protección.
La encuesta “Ser Lesbianas en Chile”, da cuenta que el 51 % de las consultadas declara que a los 14 años se dieron cuenta que le gustaban las mujeres, y entre los 15 a 20 años de edad contaron a un amigo o a la madre su orientación sexual.
“Le haces daño a tu hija siendo lesbiana”
Valentina tiene 28 años, es trabajadora social y se desempeña en un centro infanto- juvenil, tiene una hija de 10 años, la cual nació de su relación heterosexual anterior. El 70% de las encuestadas en “Ser Lesbianas en Chile” dijo que tuvo un hijo de esta manera y solo un 18% por inseminación artificial. Actualmente tiene una pareja hace cuatro años y conforman una familia homoparental.
1.- Vale ¿Cómo fue tu proceso de descubrimiento?
Mi pareja actual es mi primera relación lésbica, ya que antes tuve relaciones con hombres. La conocí en un espacio público de deporte, empezamos a conversar, me llamó bastante la atención y sentí una sensación agradable que no lograba comprender. Me hice muchas preguntas y no lograba encontrar una respuesta inmediata.
Con el tiempo supe que era un amor distinto, una sensación de tranquilidad y de compañía que jamás sentí con parejas anteriores. Coincidimos de una manera difícil, ya que ella estaba en pareja y yo tenía que esconder a mis padres lo que me pasaba. De todas formas se enteraron por terceras personas. Mi madre me apoya a su manera, mi padre aún no lo asume , no logra entender que su hija pequeña pueda estar con una mujer.
Así fue como me alejé de mi familia, hermanos y padres, porque me sentí sola, sin apoyo y con miedo de saber si estaba haciendo las cosas mal. En un almuerzo familiar mi padre me dijo que “nunca lo aceptaría hasta después de muerto”. Fue un golpe emocional tan fuerte, porque para mi lo es todo y yo solo quería su apoyo, poder compartir un almuerzo o festividad importante, pero supe que nunca podría hacerlo.
Así han pasado 5 años de esto, con mi papá aún no compartimos la misma mesa, pero sí se ha dado cuenta que estoy feliz y que su nieta tiene una familia, un hogar y amor incondicional . Esa carencia aún la sufro, aunque mis padres están pendientes en lo económico, si nos falta algo, etc. La familia de mi pareja nos aceptó con tanto amor, mi hija es una nieta más y ese amor de familia es lo más importante para el desarrollo de un niño. Mi pareja y mi hija son partner, se aman. Somos una familia feliz y homoparental.
2.- ¿Has sentido discriminación, desigualdad o violencia por ser lesbiana?
Dentro del entorno que nos desarrollamos y pasamos la mayor parte del tiempo nunca he recibido discriminación, pero sí en ocasiones ciertas personas se han sentido con el derecho de pensar que por ser lesbiana y mamá tienen el derecho de criticar mi rol y mis habilidades maternas: “Tu hija estará traumada con su mamá lesbiana”, supuestas amigas que alguna vez confié: “¿Tú hija será igual que tú?”, “¿No crees que le estás haciendo un daño?”, “¿Cómo es posible que una profesional sea lesbiana? La gente no querrá atenderse contigo.”
Este tipo de comentarios discriminatorios en algún momento me hicieron cuestionarme demasiado. Me recriminé, sufrí, lloré. Un día mi hija me dijo: “Mamá ¿tú sabes que es normal que dos hombres o dos mujeres puedan amarse?. Entonces… ¿por qué lloras si es normal?. Cuando escuché esa contención de mi niña de 6 años fue un golpe de energía y fuerza para decir: ¿Qué sucede en este país? Si un niño visibiliza el amor entre dos como algo tan bello, ¿Por qué los adultos estigmatizamos y creamos un prototipo de familia?.
Violencia no he vivido, ya que nos limitamos a no andar de la mano y pasar desapercibidas, ya que tenemos temor de que algún día nos puedan agredir estando con mi hija en la calle o que alguien nos pueda insultar, solo por el hecho de ser lesbianas.
3.- ¿Han pensado en tener más hijos?
4.- ¿Cómo crees que el actual gobierno está llevando a cabo las políticas públicas LGBTI?
5.- ¿Sientes que falta algún derecho por reivindicar?
Faltan bastantes, el derecho igualitario a formar una familia, a que nuestros hijos desde pequeños tengan una educación integral que eduque desde la empatía y la aceptación.